¿Cuál es la mejor opción para ti? Aquí te contaremos las particularidades de cada enfoque terapéutico para que puedas decidir cuál indicada para tu situación y según tus preferencias.
Terapia presencial
- Cuando estás presente con tu terapueta, puede existir una conexión y comunicación más fuerte entre los dos.
- Todo aquello que no expresas con las palabras también pueden ser cruciales para el trabajo que realiza tu terapeuta durante una sesión.
- Al tener que desplazarte a la oficina del terapeuta, se crea una especie de “ritual”, que te permite comprometerte de mejor manera con la terapia.
Terapia online
- Si te es difícil desplazarte, esta opción puede ser ideal para ti. Así mismo para personas que viajan frecuentemente.
- Tus terapias se pueden adaptar de mejor manera a tus horarios laborales o de estudio, así como distancias.
- Si prefieres ir despacio y te sientes más cómodo en tu propio espacio, también puedes considerar la terapia online.
A final de cuentas, no hay una respuesta definitiva a este interrogante. Pero sí está claro que una opción puede agradarte más que la otra. Evalúa tus necesidades y tus posibilidades, así como lo que esperas de la terapia.
Cualquiera de las dos opciones debería poder ofrecerte un proceso gradual en el que puedas abordar distintos desafíos o situaciones que se te presenten.